En el panorama político mexicano, las precampañas presidenciales de Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum ameritan un caso de estudio en el ámbito de la comunicación política contemporánea. Ambos esfuerzos ilustran cómo los mensajes políticos y su alcance evolucionan e involucionan con el auge de las redes sociales y las estrategias digitales.
Xóchitl Gálvez, conocida por su enfoque pragmático y directo, ha utilizado una estrategia de comunicación que se centra en la claridad y la precisión del mensaje. Su discurso, breve pero contundente, está estratégicamente diseñado para conectar rápidamente con la audiencia. Esto ha generado un nivel significativo de participación ciudadana, especialmente en plataformas digitales donde la brevedad es clave. No obstante, se puede cuestionar la efectividad de esta estrategia en términos de ofrecer profundidad y sustancia, elementos esenciales para promover un entendimiento más completo de sus propuestas políticas. Además, resalta que no se percibe una base robusta de aliados políticos que repliquen su mensaje, lo que puede ser un punto a favor, ya que denota una reacción auténtica y orgánica a su eventual candidatura presidencial.
Por otro lado, Claudia Sheinbaum ha adoptado en su estrategia de comunicación un enfoque de la lucha social que ha caracterizado a Morena, que es replicado por su estructura de aliados. Su discurso incluye un mensaje de continuidad para consolidar la cuarta transformación donde la imagen del presidente de la república está presente, no hay rupturas ni correcciones de rumbo, pide poner un segundo piso a la transformación, vinculando los programas sociales a las clases menos favorecidas y a los jóvenes en sus propuestas políticas. Esta estrategia puede ser más efectiva en la creación de una conexión emocional con los votantes, pero ciertamente suele perder impacto en entornos donde los ciudadanos están más informados y son más críticos de la situación actual del país.
El alcance de los mensajes en ambas campañas ha sido amplificado notablemente por el uso de las redes sociales. Estas plataformas han permitido a las candidatas llegar a un público más amplio y diverso hoy más que nunca, incluyendo campañas de apoyo y denostación para ambas participantes. El desafío radica en convertir ese alcance en participación activa y significativa.
El valor añadido en la comunicación política a través de las redes sociales no solo se mide por el volumen de tráfico generado, sino también por la calidad de éste. Generar una base estratégica de aliados que garantice audiencia de calidad que fomente un compromiso político que vaya más allá del simple ‘me gusta’ o ‘compartir’; se trata de incitar a los ciudadanos a involucrarse activamente en debates, discusiones y, en última instancia, que voten de manera efectiva en las elecciones de 2024.
Luego entonces, mientras que la estrategia de Gálvez parece maximizar el alcance y la inmediatez de manera orgánica, la de Sheinbaum busca profundizar en la conexión emocional respaldada por una robusta estructura. Ambas estrategias tienen sus méritos y limitaciones. Sin embargo, la clave del éxito en la comunicación política moderna parece residir en la capacidad de generar no solo un gran volumen de audiencia reaccionando en las redes, sino también en asegurar que éste sea de calidad, incentivando así una mayor participación ciudadana en el proceso político.
Ambas candidatas, enfrentan desafíos únicos. Gálvez debe cuidar no sacrificar profundidad por brevedad en sus mensajes digitales, mientras que Sheinbaum necesita adaptar su discurso con argumentos que tomen en cuenta la diversidad social existente en México y la audiencia disímbola usuaria de las redes sociales que hoy por hoy juegan un papel cada vez más crucial en la toma de decisiones.
En conclusión, las campañas de Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum demuestran la importancia de adaptar las estrategias de comunicación política a las expectativas y hábitos de los votantes. En un mundo donde la forma de comunicar puede determinar el éxito de una campaña, ambas candidatas ofrecen valiosas lecciones sobre cómo navegar el complejo panorama de la comunicación política en México.