En noviembre del 2023, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en coordinación con el Gobierno de la Ciudad de México (CDMX), anunció recortes en el suministro de agua para garantizar un abastecimiento igualitario en la capital del país y el área metropolitana, debido a que se reportaron los niveles más bajos de líquido de los últimos 30 años en las tres presas que abastecen al Sistema Cutzamala con 39 años de funcionamiento: la Miguel Alemán que operaba en esa fecha al 37% de su capacidad, la Villa Victoria al 27.9% y El Bosque, apenas por encima del 50%.
Cifras del Banco Mundial muestran cómo en México la disponibilidad del agua cayó drásticamente durante las últimas décadas, entre 1960 y el año 2020, cada habitante pasó de tener a su alcance 10,000 metros cúbicos (m³) de agua a solo 3,200 por año, y el organismo internacional estima que para el año 2030 la cifra bajará a 3,000 m³ anuales por persona.
De seguir con esta tendencia, se calcula que para el 2050 al menos 11 de los 32 estados de la república mexicana que representan más del 44% del territorio nacional, no podrán cumplir con las necesidades básicas del agua de sus habitantes como consecuencia del crecimiento de la población y las actividades económicas, que demandan miles de litros, según un estudio de la calificadora internacional Standard & Poor’s.
La infraestructura hídrica inadecuada juega un papel crucial en la sequía; la falta de sistemas de almacenamiento y distribución eficiente del agua limitan la capacidad del país para hacer frente a la escasez de agua durante períodos de sequía prolongadas. El problema se agudiza por la escasez de lluvias, influenciado por una variedad de factores, que incluyen patrones climáticos y prácticas humanas insostenibles; la deforestación y el cambio de uso de suelo agravan esta situación al reducir la capacidad del suelo para retener agua.
La sobreexplotación de los recursos hídricos (fuentes de agua dulce) contribuye significativamente a la sequía; la intensiva actividad agrícola y la extracción excesiva de agua para uso industrial y doméstico agotan los acuíferos y disminuyen la disponibilidad de agua superficial, agravando la sequía en muchas regiones del país. Esta situación puede afectar negativamente la seguridad alimentaria, la salud pública y el desarrollo económico de las comunidades afectadas.
Datos de la Conagua han registrados solo 2 intervenciones para el mantenimiento del Sistema Cutzamala, (en noviembre del 2013 y 2018), y estableció una semaforización de parámetros fisicoquímicos y microbiológicos conforme los criterios:
• En la categoría verde, el acuífero debe cumplir con los 14 parámetros indicadores,
• Amarillo se activa al incumplirse uno o más de estos parámetros,
• Rojo, cuando se incumplen parámetros críticos como fluoruros, coliformes fecales, nitrógeno de nitratos, arsénico total, cadmio total, cromo total, mercurio y plomo totales, lo que indica riesgos severos para su consumo y para su uso simple como lo son los riegos de agricultura.
El 39% de las reservas subterráneas se encuentra en semáforo rojo por contaminantes, encontrando materiales fecales, arsénico, cadmio, cromo, mercurio y plomo total.
En el foro llamado: “Los retos para garantizar el derecho humano al agua y su saneamiento en Toluca”, se señaló que el agua debe ser “entendida como un bien común accesible para todos, pero no apropiable por nadie ni como mercancía privatizable”, y remarcó que el agua debe ser administrada con responsabilidad, “no a través de una lógica de mercado; sino desde la perspectiva colectiva y del sentido comunitario, no dejando a nadie atrás”, esto sería en un tipo de compras por sectores privados derivando que las personas de escasos recursos sufrirían el doble o hasta el triple por la falta de este recurso, provocando daños a su salud por la higiene de sus alimentos, de su persona y por la gran deshidratación que pueden padecer sin imaginar que en este rango se encuentran a gente adulta, menores de edad o recién nacidos los más vulnerables ante este tipo de situaciones.
En entrevista el extitular de la Conagua, José Luis Luegue, informó que para abril de 2024 no habrá disponibilidad suficiente para bombear agua a la red de suministro de la CDMX y el Estado de México, ya que ello representaría el riesgo de extraer metales pesados y convertiría al agua como un elemento no potable.
Pequeñas acciones con un gran impacto
Existen diversas medidas que se pueden aplicar desde lo individual para reducir el consumo de agua y hacer un uso más eficiente de este recurso, reparar fugas de las tuberías y otorgarles un mantenimiento adecuado evita el desperdicio de litros y litros de agua cuando hay fuga, ruptura, o algún accidente.
El uso de electrodomésticos de bajo consumo de agua y adoptar prácticas de jardinería que requieran menos riego, así como el uso de su consumo con responsabilidad en las actividades diarias de higiene y limpieza, para poder generar impacto de ahorro, y almacenar el agua para poder darle un segundo uso. Al respecto, en la CDMX, el programa “Cosecha de Lluvia” busca:
• Reducir el flujo de agua a los drenajes,
• Disminuir la cantidad de energía para bombear y transportar agua a las viviendas,
• Facilitar el acceso al servicio hídrico en viviendas entre 5 y 8 meses del año,
• Poder utilizar el agua de lluvia para lavar ropa, trastes, regar, para uso del W.C.
Desde una perspectiva más amplia, a cargo del gobierno y la industria, la construcción de embalses, la rehabilitación de sistemas de riego y la implementación de tecnologías de conservación del agua en la agricultura y la industria.
En conclusión, el poco mantenimiento, la falta de cultura, la contaminación, entre otros factores están ocasionando la decadencia del sistema Cutzamala; como sociedad e individualmente, debemos ser conscientes e implementar acciones para proteger y cuidar el líquido vital.
En cuanto al gobierno, es obligación del mismo garantizar el acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible, motivo por el cual deberá establecer los parámetros adecuados para no vulnerar el Derecho Humano que se encuentra protegido en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Es momento de hacer conciencia y cuidar el agua, ya que queda poco tiempo para poder revertir este problema.
“Cada gota que ahorras hoy, es una gota para el futuro”
Nickolas Bassi
